El mercado está centrado en la fragilidad política que viven varios países del Magreb y Medio Oriente, porque los analistas creen que existe el riesgo de que se pueda interrumpir la cadena de suministros de petróleo proveniente de esas dos regiones. El barril de crudo tipo Brent no para de subir en los mercados futuros de Londres, alcanzando su mayor nivel de precio en dos años y medio. Pero esa preocupación no solo se refleja en los precios internacionales del petróleo, sino también en la de otros activos, como las acciones, los commodities, el dólar y los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, entre otros.La mayoría de los precios de las materias primas han caído, en especial los metales industriales, ante el temor de que los disturbios, principalmente en Libia, así como el riesgo de que la violencia política se traslade a otros países vecinos, tengan finalmente un impacto económico negativo en la región y por ende en la actividad económica global.Las bolsas, obviando los buenos datos macroeconómicos estadounidenses de las últimas semanas, también se han visto resentidas por estos sucesos políticos , principalmente porque los inversores creen que el encarecimiento del crudo desatará un dinámico espiral de inflación que terminará perjudicando a la economía global, alejando así el apetito de los inversores por activos de mayor riesgo. En contrapartida, los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, el oro, el dólar y el franco suizo, se han visto valorizados, favorecidos por la demanda de los inversores que los buscan como activos de refugio de inversión.En todo caso, y para tener una idea de cómo se puede comportar el mercado en el corto plazo, deberíamos tomar como referencia lo ocurrido recientemente en Egipto, esto es, una turbulencia financiera de breve duración. Sin embargo, habrá que ver cómo se desencadenan los sucesos políticos para ver qué tanto se agrava la crisis actual y qué impacto tendrá en el mercado y en la actividad económica global.
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